No Debemos Jactarnos de lo que Viene

«No te jactes del día de mañana, porque no sabes lo que el día traerá.»

Proverbios 27:1 NVI

Cuantas veces tomamos decisiones o hacemos planes pensando que todo nos saldrá bien. Pero la palabra de Dios es sabia y dice: no te jactes, o sea no presumas, no te gloríes, no te vanaglories, no fanfarronees, no alardees de lo que va a pasar.

En la Biblia en 1 Reyes 20, El rey Ben-adad, empieza a intimidar al rey Acab, para que le diera, su oro, su plata y sus hijos. Pero este rey no solo quería lo que le pertenecía al rey Acab, si no lo que le pertenecía a todo el pueblo. Acab busco el consejo de los ancianos, y el dijo que no estaba dispuesto, el rey Ben-adad reaccionó  y le dijo: «Que los dioses me hieran e incluso me maten si de Samaria queda polvo suficiente para darle un puñado a cada uno de mis soldados». El rey de Israel le envió esta respuesta: «Un guerrero que está preparándose con su espada para salir a pelear no debería presumir como un guerrero que ya ganó».

1 Reyes 20:10-11 NTV

Al final, Dios le da la victoria a Acab, y el rey Ben-adad se tuvo que tragar sus palabras. Muchas veces se planea algún evento venidero, nos confiamos, y este se viene abajo, se puede presumir de un negocio, de un trabajo, de una buena venta, el éxito en alguna relación, incluso dentro del ministerio muchas veces nos confiamos y damos por hecho el éxito en algún programa de evangelización, de discipulado, etc. y este no dio fruto, no funciono. O nos cambiamos de Ministerio, de Iglesia, de Ciudad, de País, de trabajo, de pareja, de amistades, le damos otro giro a nuestro negocio, cambiamos de Dr.  o de tratamiento pensando que las cosas serán mejores pero todo fue peor,  todo se vino abajo. Las finanzas, nuestra vida espiritual, nuestras relaciones, nuestra salud se viene abajo.

Haces tu agenda del día siguiente, y te diste cuenta que nada de lo que habías planeado lograsteis hacer. Ojo! No se confunda, no le estoy incitando a que tenga una vida desordenada, si creo en que debemos organizarnos y tener agenda, pues Dios es un Dios de orden, pero sí que le rindas tu agenda a Dios, para que se haga su voluntad y sus planes antes que los tuyos .

Hoy proliferan los  préstamos o créditos que te ofrecen con mucha facilidad, pero a última hora no pudisteis pagar, y la deuda del principio es el doble o el triple que la deuda que iniciasteis, gracias a los intereses. He visto y he experimentado el hacernos grandes expectativas de un negocio o empresa, y podemos hacer números, cuentas, meter la mejor mercadotecnia y publicidad, pero un pequeño error y todo se vino abajo. El libro de Santiago 4:13-14 TLA dice: Escúchenme, ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana iremos a la ciudad; allí nos quedaremos todo un año, y haremos buenos negocios y ganaremos mucho dinero.» ¿Cómo pueden hablar así, cuando ni siquiera saben lo que les va a suceder mañana? Su vida es como la niebla: aparece por un poco de tiempo, y luego desaparece.

No hagas planes del mañana por qué no sabes que pasara, y eso no significa que dejes de tener fe, esperanza y propósito, si no que aprendas a vivir día a día confiando en Dios y no en lo que has planeado.

Cuantas veces se piensa que el día siguiente estará asoleado y nada!! Lluvioso y nublado, adiós al buen peinado, tu traje se echó a perder y error te pusiste los zapatos nuevos!!!

Muchas veces se hace muchas ilusiones en algunas personas, presumimos de esa relación, ya sea de manera romántica, de amistad, laboral, o espíritual, hacemos alarde de ella, de lo bien que te llevas, de lo mucho que te ayudara, de lo mucho que aprenderás, de los planes que pueden hacer juntos, pero con el tiempo te das cuenta que no fue así, y se tomaron caminos distintos. Y viene el dolor, la desilusión y la humillación.

¿Qué tenemos que hacer? Aprendamos a ser humildes, a entregar nuestros planes y nuestras relaciones a Dios, entender que la confianza es en El, no en el proyecto, no en esa relación, no en el negocio, no en el nuevo tratamiento, no en lo que piensas hacer el día siguiente, si no entender,  que se den, o no se den las cosas, el sacara lo mejor de nosotros en cada situación, en cada relación, en cada circunstancia. Y en todo tiempo aprenderemos a bendecirle y a darle gracias. Recuerde usted es bendecido por que es una posición que Dios le da, al aceptar el Señorío de Jesucristo, su voluntad, pero su posición no depende de su circunstancia ni de las personas. Usted no deja de ser bendecido por las cosas que no se dieron. Aprenda a tomar decisiones sabias, consultando a Dios y no en su inteligencia, no en sus relaciones, no en sus expectativas,  si no solo en El. Y dejemos de hacer alardes de lo que todavía no se concreta. Con amor Dios me los bendiga.

Pastores Víctor y Berenice Vargas

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